Un poco demasiado tímido: cuando los padres necesitan ayudar a los niños retirados emocionalmente

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Es posible que los padres no sean plenamente conscientes de lo que está sucediendo con las actividades de sus hijos y sus cotidianos.

Después de regresar a casa del trabajo, los padres generalmente hacen algunas tareas domésticas y se preparan para la cena, mientras que sus hijos hacen su tarea después de llegar de la escuela.

Las conversaciones generalmente comenzarían a la hora de la cena, haciéndoles preguntas sobre cómo era su día en la escuela.

Los niños pueden compartir sus extravagantes experiencias con sus padres, pero los adolescentes rara vez harían lo mismo.

Los adolescentes preferirían guardar los detalles para sí mismos y solo compartir eventos aleatorios de su escuela.

Es posible que muchos padres desconocen, pero sus hijos pueden encontrar la vida en la escuela secundaria como un gran desafío.

La aceptación de pares es crítica para la mayoría de los adolescentes.

En el campus, tienen la oportunidad de construir nuevas amistades.

Para algunos adolescentes, la escuela también se trata de enfrentar las dificultades de la intimidación.

Otros estudiantes de la escuela o incluso sus llamados amigos podrían burlarse e intimidarlos diciendo cosas negativas sobre ellos frente a muchas personas.

Lamentablemente, este escenario se considera normal para las personas de su edad.

En esta etapa, sus hijos pueden ser emocionalmente sensibles y optar por permanecer reservados sobre los problemas y situaciones que enfrentan en la escuela.

En caso de que uno de sus hijos tenga dificultades para compartir historias, abrirse o mostrar síntomas de depresión, ese niño puede tener problemas con la autoestima.

No es raro que los adolescentes experimenten una forma de complejo de inferioridad, ya que los años de adolescentes se trata realmente de establecer la identidad propia y desarrollar su propio sentido de autoestima.

También pueden tener sentimientos de resentimiento, alienación e infelicidad.

Estas son solo algunas de las razones por las cuales los niños dudan para compartir sus experiencias con sus padres y otros adultos.

Para los padres que piensan que sus hijos podrían estar sufriendo un complejo de inferioridad, es mejor ver y conocer las señales que su hijo puede estar experimentando.

Su hijo sabe de lo que es capaz, así como sus deficiencias.

La intimidación tiende a señalar tal negatividad al adulto joven y percibe cualquier forma de crítica como un ataque personal.

Sintiéndose mal consigo mismos, generalmente tienen problemas para sentirse bien con cualquier otra persona.

Buscan duro para posibles defectos y deficiencias de otras personas para tratar de convencerse de que no son tan malos después de todo.

La respuesta a la adulación puede venir de dos maneras: desesperada en la pesca de cumplidos, mientras que otros pueden negarse a escuchar cualquier cosa positiva, ya que contrasta con sus propios sentimientos.

Otra señal es cómo proyectan sus debilidades a los demás para disminuir el dolor de sentirse inferior.

Si la culpa se lleva al extremo, podrían pensar que otros buscan activamente arruinarlos.

A las personas que se sienten inferiores le gusta ganar juegos, pero tienden a evitar tales situaciones porque en el fondo creen que no pueden ganar.

Tienen creencias de que ellos mismos no son tan interesantes como los demás, y pensarían que otras personas sentirían lo mismo por ellos.

Estos son los signos más comunes de tener un complejo de inferioridad, y los padres realmente deberían tomarse el tiempo para ayudar a sus hijos a lidiar con eso.

Guiar a niños y adolescentes en términos de su crecimiento emocional y psicológico es fundamental para la calidad de su vida.

Para superar ese complejo de inferioridad, estos adultos jóvenes deberían desarrollar un fuerte sentido de determinación para cambiar su mentalidad actual.

Inicialmente, requerirían una pequeña iniciativa, serían atrevidos y deberían renunciar a su inhibición.

Los padres deben recordarles que no necesitan tener miedo de ningún cuerpo.

Trate de desarrollar su pensamiento positivo y hacer que expresen sus puntos de vista, en caso de que no les guste nada.

Siempre recuerde que todos son únicos en este mundo, y la individualidad es mejor para llevar una vida buena y feliz.